El 11 de octubre es la fecha más importante de mi vida. Un jueves 11 de octubre a las 9:06 de la noche nació mi hija. Hoy cumple 6 años y no hay un día en que no me enseñe e invite a estar presente.
El 11 de octubre es también el cumpleaños de un gran maestro en mi vida: Thich Nhat Hanh. Quiero contarte un poquito acerca de su vida y sobre todo, el legado que nos dejó a todas las personas que intentamos, día a día, vivir una vida consciente y compasiva.
Thich Nhat Hanh (1926–2022) fue un monje budista zen vietnamita, maestro espiritual, activista por la paz y autor de muchísimos libros. Es conocido por ser uno de los principales propulsores de la práctica del mindfulness (atención plena) en Occidente y por popularizar el concepto de “budismo comprometido”, que integra las enseñanzas budistas con la acción social.
Thay, como le llaman su estudiantes, fundó la comunidad monástica Plum Village en Francia, un centro internacional para la práctica de la meditación y la vida consciente. Durante la guerra de Vietnam, trabajó incansablemente por la paz, abogando por una resolución no violenta del conflicto. Su activismo pacifista lo llevó al exilio, durante el cual continuó difundiendo las enseñanzas del mindfulness a nivel mundial.
Escribió más de 100 libros sobre meditación, budismo y paz, inspirando a millones de personas. Thich Nhat Hanh es recordado como un maestro compasivo, cuya enseñanza clave fue vivir el presente con conciencia plena y desarrollar la paz interior para promover la paz en el mundo.
Thay también fue artista. Nos dejó obras de su caligrafía, con frases y palabras cortas que capturan la esencia de sus enseñanzas sobre la atención plena. Esta caligrafía me recibe y despide, cada vez que salgo y entro a mi casa.
Tengo muchísimo que agradecerle a Thich Nhan Hanh. Gran parte de la intención de Kundala, nacen de sus enseñanzas. Esta es la razón por la cual quise crear este post, una forma de honrarlo y compartir con otras personas, su mensaje de paz, compasión y presencia.
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